Introducción:
El ser humano contemporáneo se ha debilitado, no debido a la escasez de fuerza, sino al exceso de confort.
Estamos siempre conectados a todo, menos a nosotros mismos.
Mientras la tecnología progresa, nuestras percepciones sensoriales retroceden.
Pensamos que la supervivencia consiste en dirigir un equipo táctico o aprender a prender fuego con una piedra.
Pero la verdadera lucha por sobrevivir ha cambiado, ahora el enemigo está dentro, somos nosotros mismos que estamos en la zona de confort y no queremos perder esa sensación de comodidad. Otro de los errores que cometemos muchos de nosotros es la procrastinación. Tenemos que evitarla a toda costa. Cada día, al levantarte, ponte una lista de tareas que sepas que vas a completar, porque si no, te sentirás decepcionado por no haberlo logrado.
Dificultades sensoriales, dependencia de la tecnología, desvinculación sentimental.
En la era digital contemporánea, la batalla por la supervivencia no se limita a la montaña: se desarrolla en la mente, la percepción y la voluntad.
Bienvenido al nuevo lugar de lucha, encontrarte a ti mismo y aceptar las cosas cuando sepas que te has equivocado o no lo has hecho correctamente. Cada persona tiene su ritmo de asimilación, no todos somos iguales, sería muy aburrido. Debes estar con la conciencia tranquila, porque sabes que lo estás haciendo correctamente.
El colapso:
Los antiguos exploradores tenían la habilidad de percibir el aroma de una tormenta antes de observarla, identificar el eco de un valle o oír el flujo de un río a kilómetros de distancia.
Hoy en día, la mayoría no diferencia entre el sonido de la brisa y el de una advertencia.
La desintegración constituye el fenómeno más silencioso del siglo XXI.
Nuestros sentidos han sufrido una degradación debido a que no usamos, todos nuestros recursos.
Ya no observamos: miramos.
Ya no escuchamos: oímos.
Ya no interpretamos: dependemos.
En caso de supervivencia, eso constituye una sentencia.
Cuando se pierde la comprensión del entorno, se pierde su mapa más antiguo, tu instinto.
“El bosque no se pierde. Te pierdes, cuando dejas de oírlo.
La educación sensorial debería constituir un componente esencial en el bushcraft contemporáneo.
- Reconocer olores de humedad o fauna.
- Escuchar el cambio de densidad en el aire.
- Leer las sombras y su orientación solar.
- Identificar texturas del suelo antes de caer en terreno inestable.
La tecnología es soporte, no sustitución.
Pero muchos ya no saben andar sin una pantalla.
Y a medida que la batería se agota, su orientación interna también desaparece, dado que carecen de conocimientos de cartografía, de interpretar un mapa topográfico, que son las curvas de nivel, como encontrar tu posición en el mapa sin ayuda de un GPS.
Dependencia tecnológica:
- Antes, el mapa topográfico te ayudaba y saber usar la brújula era tu salvación.
- Hoy, el GPS ha reemplazado la observación.
- El reloj inteligente cuenta tus pasos y la aplicación te informa si va a llover.
Pero cuando todo eso falla… Muchos entran en pánico se desorientan y ocurren accidentes por falta de conocimientos básicos como la interpretación de un mapa topográfico parece inofensivo, pero muchos de los rescates en montaña se pueden evitar con buenos conocimientos, adquiriendo habilidades y técnicas, no queramos aprender todo en un día, dado que es imposible, todo lleva su tiempo.
Sin embargo, las personas modernas han confundido comodidad y confort con control.
El auténtico superviviente comprende que la tecnología no representa un adversario, pero sí representa un riesgo si uno no puede sobrevivir sin ella.
No dependas de lo digital para orientarte.
Usa el GPS como respaldo, no como guía ciega.
Lleva siempre conocimiento analógico: brújula, mapa, y sobre todo, autonomía mental.
“En el momento en que la red se derrumbe, solo quedarán tus conocimientos”
En un mundo que progresa hacia la automatización, la preparación física y mental constituyen su firewall más confiable.
Dado que, en caso de fallo del dispositivo, el cerebro asume la responsabilidad… y si no se ha entrenado adecuadamente, y este se bloquea.
Gestión del tiempo:
En la supervivencia, el error no siempre es de índole técnica; a menudo, es de carácter temporal.
La gestión inadecuada de la energía o el tiempo puede resultar más letal que el frío o el hambre.
El cuerpo humano opera en ciclos: vigilia, reposo, atención, cansancio, agotamiento.
Pasar por alto ese ritmo conduce al desplome.
El colapso no te avisa, te quita la claridad mental sin que te des cuenta.
Por eso, manejar el tiempo es una habilidad práctica:
- No avances sin rumbo al final del día.
- No tomes decisiones con hambre o sueño.
- Evalúa antes de actuar: cada minuto de reflexión puede ahorrarte una hora de error.
La fatiga mental es más peligrosa que el cansancio físico.
¿Por qué piensas que sigues razonando cuando en realidad ya no estás pensando, estás confuso?
“El cansancio no te dice descansar. La mente fracturada te persuade de seguir, hasta que te destruya.
El acto de entrenar para resistir no implica resistir sin pausas, sino comprender cuándo poner fin a la actividad para mantener la existencia.

El ego:
El ego ha matado a más personas en la montaña que las tormentas.
Dado que el ego no se manifiesta visualmente, pero incita a trascender límites que no se controlan.
El auténtico experto no presume, sino que evalúa.
Se encuentra en conocimiento de cuándo retroceder, cuándo aguardar, cuándo expresar “no”. Esos compañeros que tienen una conducta asertiva.
Esa humildad, que algunos ven como debilidad, es en realidad una forma inteligente de sobrevivir.
“El ego camina primero. El sabio llegó entero.”
Y el ego se vuelve sordo ante las indicaciones del ambiente: niebla, clima, agotamiento, hambre, desvanecimiento.
Por ello, aquellos que sobreviven no son los más audaces, sino los más reflexivos.
En la vida ocurre igual:
Quien se deja guiar por el ego se encuentra incapacitado para escuchar, aprender y adaptarse.
Y aquel que no se ajusta, fallece simbólicamente, a pesar de seguir respirando.
Supervivencia emocional:
Sobrevivir no es solo mantener el pulso.
Es crucial no desvanecerse emocionalmente en el tumulto, ni en el caos.
La supervivencia emocional consiste en tres pilares fundamentales:
- Aceptación: entender que el miedo no es debilidad.
- Gestión: transformarlo en energía útil.
- Reestructuración: no hundirte tras el impacto.
Numerosas personas sobreviven en vida a un accidente, pero quedan devastados mentalmente.
Por esta razón, la capacidad de resiliencia emocional es tan esencial.
Aprenda a mantener la serenidad, a esperar y a perdonar tus errores, de los errores y los fracasos son parte de la vida que vivimos, algunos cometen más errores, otros no tanto, pero lo que realmente no es haber cometido el error, es aprender, rectificar, y corregir esos errores que son lecciones muy valiosas.
Dado que, en la naturaleza, al igual que en la vida, la sanción más dura no es la muerte, es la existencia con culpa, a lo que llamamos la mochila, que todos, en más o menos medida, se sienten culpables por haberse equivocado. Lo que realmente importa es saber perdonarse a uno mismo. Ya sé que suena muy frío, y que no es tan fácil, pero créeme, cuando estés en paz contigo mismo, es donde realmente te sentirás realizado. Algunos piensan que no hay posibilidad de reconstruirse, si se quiere, se puede por mucho cueste o duela. El tiempo siempre pone las cosas en su sitio.
- “No pierdas tu humanidad mientras intentas sobrevivir.”
- El fuego calienta el cuerpo, pero la serenidad calma la mente
- Y para la supervivencia, ambas son imprescindibles.
Preparación:
- Entrenar sin propósito te convierte en autómata.
- Entrenar con propósito te convierte en estratega.
El entrenamiento une lo físico, lo técnico y lo mental:
- Físico: fuerza, resistencia, coordinación.
- Técnico: fuego, refugio, orientación, primeros auxilios.
- Mental: autocontrol, paciencia, enfoque.
- Moral: valores, humildad, respeto por la vida.
Cada salida al bosque debe tener una razón más profunda que practicar una técnica.
Debe ser un ensayo de autoconocimiento.
Ya que cuando comprendes tus respuestas ante la presión, descubres quién realmente eres.
El objetivo auténtico de la preparación no es erradicar el error, sino aprender a manejarlo sin perder el control.
El nuevo paradigma:
Vivimos envueltos de información, pero desprovistos de conocimiento.
Nosotros contamos con tutoriales para todo, pero la mayoría desconoce qué hacer si el teléfono se apaga.
El futuro de la supervivencia no será solo saber técnicas antiguas.
Se conectará lo viejo con lo contemporáneo.
Emplear la tecnología como instrumento, sin que se convierta en una dependencia.
Llevar a cabo la educación sensorial, estimular el instinto y entrenar la concentración.
“Los supervivientes del futuro serán quienes puedan razonar sin indicativo, tomar decisiones sin información y progresar sin temor.”
La nueva supervivencia no consiste en regresar a las cavernas, sino en retomar el control personal.
No es tristeza por lo que pasó, sino un cambio consciente.
Supervivencia:
En situaciones extremas, la frontera entre la vida y la deshumanización es frágil.
La desnutrición, el aislamiento o el temor pueden transformar al ser humano en su más auténtico reflejo.
Por consiguiente, la supervivencia moral es tan relevante como la técnica.
- Es importante recordar quién eres, incluso cuando todo se derrumba.
- No agredir al adversario, no mentir por beneficio personal, y no olvidar que cada decisión deja una marca indeleble.
“Sobrevivir sin valores no es vivir: es existir vacío.”
- El respeto por la vida, por el entorno y por los demás define al verdadero superviviente.
- Porque lo que construyes fuera, nace de lo que tienes dentro.
- La subsistencia en el siglo XXI ya no se limita a prender fuego o construir refugios.
- Esto consiste en estimular la mente, reparar los sentidos y reconectarse con la esencia del ser humano.
- Las personas que sobrevivirán al futuro no serán aquellos con el mayor equipamiento, sino aquellos con mayor conciencia de sí mismos.
- Las personas capaces de interpretar el entorno, controlar su ego, manejar el temor y actuar con ética.
- Los que practicamos la supervivencia y el bushcraft u otras modalidades deportivas, no luchan contra la desconexión mental.



En AFSURVIVAL®, mantenemos una firme convicción en la superación constante. Me presento como Abel Fernández, guía de montaña y experto en rescate de montaña. Poseo diversas titulaciones que respaldan mis conocimientos, así como años de experiencia en formación ética y profesional. Esta es la narrativa de cómo la dedicación, la capacidad de recuperación y el liderazgo pueden transformar vidas, incluso en las circunstancias más adversas.
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