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“CUÁNDO LA CONFIANZA SUPERA AL CONOCIMIENTO”

Introducción:

El bushcraft es una disciplina que requiere respeto, formación y modestia. A diferencia de la supervivencia, que surge de una situación inesperada o de emergencia, el bushcraft se enfoca en la planificación, en la conexión consciente con el entorno y en la habilidad de adaptarse a la naturaleza usando los recursos disponibles.

Sin embargo, muchos aficionados cometen los mismos errores repetidamente: tienen demasiada confianza, no manejan bien el material, no conocen bien el entorno, no se han entrenado lo suficiente o piensan peligrosamente que “todo se aprende sobre la marcha”.

En la naturaleza, no hay espacio para el ensayo y error.

En este artículo, veremos los errores más comunes que hacen tanto los principiantes como los aficionados con experiencia. Analizaremos sus consecuencias y explicaremos cómo solucionarlos para convertir una experiencia frustrante en una verdadera lección de aprendizaje y autoconfianza.

  1. Confundir bushcraft con supervivencia:

Uno de los errores más habituales reside en la falta de comprensión de la distinción entre ambas disciplinas.

El bushcraft implica el empleo del saber, la administración del ambiente, la elaboración de instrumentos y la adaptación al entorno natural de manera voluntaria y regulada.

La supervivencia, por otro lado, ocurre en situaciones de emergencia: un accidente, desorientación, una caída o un error en la planificación.

Cuando se mezclan estos conceptos, las personas suelen ir al monte, sintiéndose inseguras. Quieren experimentar “lo salvaje”, pero sin conocimiento técnico, sin entrenar antes o sin asumir la responsabilidad real de estar en un entorno que no perdona errores.

El bushcraft debe ser visto como una escuela de formación permanente. Cada salida es una oportunidad para practicar de forma consciente y con un objetivo. Si lo ves solo como un juego o desafío, al final la naturaleza te dará tu lugar.

  1. Sobreestimar las propias capacidades:

El ego es uno de los adversarios más mortíferos en el campo del bushcraft.

Muchos confunden la confianza con la capacidad. Han tenido la oportunidad de visualizar vídeos, leer libros o llevar a cabo una o dos salidas, y consideran que poseen la habilidad para dominar las técnicas.

Sin embargo, una cosa es replicar una acción en un ambiente controlado, y otra muy diferente es realizarla cuando llueve, hace viento o llevas horas sin descanso.

La sobre confianza lleva a cometer errores al no hacer ciertas cosas: no revisar el material, no pensar en opciones diferentes, no practicar en condiciones reales o ignorar las señales del cuerpo.

En la montaña o en el bosque, la arrogancia se paga con frío, deshidratación o lesiones.

El antídoto es la humildad. Aceptar que no lo sabes todo. Repetir, practicar y fallar en entornos seguros. El verdadero conocimiento se mide por la habilidad de reconocer tus límites.

  1. No practicar las técnicas antes de salir:

Muchos piensan que solo es necesario tener el material correcto o seguir un tutorial.

Sin embargo, el bushcraft no es teórico, es puramente práctico.

Encender un fuego, construir un refugio improvisado o filtrar agua son competencias que deben ser ejercitarse antes de su necesidad.

Lo que resulta efectivo en su jardín o en una grabación puede no funcionar en la montaña, bajo condiciones de lluvia, humedad o viento.

Las competencias fundamentales, como el fuego, el refugio, el agua, la señalización y los primeros auxilios, requieren una repetición sistemática y un conocimiento técnico del entorno en el que serán aplicadas.

Práctica bajo diversas circunstancias meteorológicas. No espere a que todo vaya mal para adquirir conocimientos sobre cómo reaccionar.

  1. Depender del equipo en lugar de los conocimientos:

Otra equivocación habitual es la creencia de que el material compensa la falta de experiencia.

Los materiales tácticos y de outdoor proporcionan herramientas excepcionales; sin embargo, ninguna puede reemplazar la habilidad.

El mejor cuchillo no sustituye una técnica de corte deficiente, ni la tienda más sofisticada soluciona una elección incorrecta del terreno.

El verdadero entusiasta del bushcraft no acumula objetos, sino que acumula conocimiento.

Cada herramienta debe tener un propósito claro. Cada parte del equipo debe ser probada antes de ser utilizada.

Llevar más no significa estar mejor preparado. Consiste en cargar una carga innecesaria si no se tiene la habilidad de utilizarlo.

El equilibrio perfecto es sencillo: comprende lo que llevas, lleva lo que sabes usar y utiliza únicamente lo que requieras.

  1. No estudiar el entorno:

Entrar en un bosque sin conocer sus características es como caminar a ciegas.

Cada ambiente posee sus propios recursos, riesgos y peculiaridades: flora apta para la ingestión, fuentes de agua, tipo de terreno, clima, fauna autóctona y refugios naturales.

No saberlo puede hacer que una simple excursión se vuelva peligrosa.

  • El error radica en no analizar de manera previa el terreno.
  • No basta con revisar un mapa o una aplicación. Es imperativo entender el microclima, la ubicación solar, los vientos predominantes y los patrones naturales de dicho lugar.
  • Un auténtico entusiasta de bushcraft actúa como un observador: interpreta las indicaciones, reconoce los recursos, y percibe el ambiente.
  • La naturaleza siempre avisa antes de castigar a quien no la respeta.
  1. No gestionar correctamente la energía ni la hidratación:

Uno de los errores más silenciosos, pero más letales, es subestimar la fatiga y la deshidratación.

El acto de caminar con peso, la recolección de leña, la construcción de refugios y el mantenimiento del fuego demandan cantidades significativas de energía.

El cuerpo pierde agua todo el tiempo, incluso si no suda de manera visible.

Muchos se enfocan en las tareas y olvidan lo más importante: beber agua y comer regularmente.

Un cuerpo deshidratado pierde fuerza, precisión y capacidad de juicio.

Y en el bosque, la mente nublada equivale a decisiones erróneas.

La recomendación es inequívoca: programar sus pausas, su consumo de agua y su contribución calórica.

No esperes a tener sed. Si la percibes, ya has llegado tarde.

  1. No respeten el fuego:

El fuego es vida, pero también es destrucción.

Uno de los equívocos más graves es abordarlo con frialdad.

Al encender un fuego sin tener en cuenta el viento, la cercanía de material inflamable o sin hacer una base segura puede causar incendios forestales o lesiones.

El fuego debe dominarse con respeto y conocimiento:

  • Prepara una base de seguridad (piedras o tierra húmeda).
  • Ten siempre agua o tierra cerca para apagarlo.
  • No lo abandones jamás encendido.
  • Asegúrate de dejar el terreno igual o mejor de cómo lo encontraste.

La auténtica maestría no radica en prender fuego… sino en identificar cuándo no hacerlo.

  1. Subestimar el clima:

Otro error común es no prestar suficiente atención al clima.

El cuerpo humano pierde calor cinco veces más rápido cuando está en contacto con el suelo húmedo que cuando está en el aire.

Una bajada de temperatura o una tormenta inesperada pueden causar hipotermia incluso en verano.

Muchos principiantes piensan que “con una manta o poncho es suficiente”.

No obstante, el aislamiento térmico, la administración de capas y la salvaguarda contra la humedad son fundamentales.

La ropa debe adaptarse al entorno, no al capricho.

  • La recomendación es sencilla: usa ropa en capas, prescinde del algodón, resguarda tus pies y cabeza, y siempre lleva una muda seca.
  • El clima cambia, y con él, tu supervivencia.
  1. No planificar la salida:

El fallo más sencillo y al mismo tiempo más habitual: la improvisación.

El acto de abandonar sin proporcionar su ubicación, sin examinar el estado meteorológico, sin un plan B o sin un horario previsto de retorno.

El bushcraft no es una escapada espontánea. Es una tarea técnica que necesita una organización minuciosa.

Una desviación en la orientación, un esguince o un fallo de material pueden transformarse en una situación de emergencia si nadie tiene conocimiento de tu ubicación.

La planificación es tu mejor herramienta invisible.

Siempre proporcioné información sobre tu ruta, revisa tu equipo previo a la salida y siempre ten a tu disposición medios de señalización o comunicación.

La prevención es la mejor herramienta del bushcrafter responsable.

  1. No entrenar la fortaleza mental:

En situaciones prolongadas, la mente se convierte en tu peor enemigo o tu mejor aliada.

El agotamiento, el aislamiento, el frío y la desilusión pueden llevarte a dejar, incluso si físicamente aún podrías seguir adelante.

Es en este punto donde el aficionado se diferencia del auténtico practicante: la administración mental.

Muchos se preparan físicamente, pocos mentalmente.

Pero la mente domina al cuerpo. La ausencia de autocontrol conduce a fallos sucesivos: pasar por alto acciones fundamentales, improvisar sin reflexionar o perder la serenidad.

Entrenar la fortaleza mental significa enfrentar el malestar, aceptar el cansancio y mantener la calma cuando hay presión.

La naturaleza no te pone a prueba con obstáculos, sino con paciencia.

  1. No tener un propósito:

Otro error silencioso: salir sin saber por qué.

Muchos buscan la “experiencia” sin un objetivo concreto.

Pero el bushcraft no es solo hacer refugios o cocinar con fuego. Es una disciplina de autoconocimiento y mejora constante.

Cada alternativa debería tener una finalidad: ejercitar una técnica, familiarizarse con un ambiente, experimentar con un material o valorar tus avances.

  • Sin objetivo, el aprendizaje se diluye.
  • Con propósito, cada error se convierte en enseñanza.
  1. Olvidar la ética:

No todo consiste en sobrevivir o demostrar habilidades.

  • El respeto es uno de los pilares esenciales del bushcraft.
  • Respetar el entorno, los animales, los recursos y las normas del lugar.
  • Dejar basura, dañar áreas naturales o cazar sin control va en contra del sentido de la autosuficiencia.
  • El bushcraft enseña a coexistir, no a explotar.
  • El entorno te da lo que necesitas si aprendes a observar, no si lo agotas.
  • La norma es clara: deja siempre menos marca de la que hallaste.
  1. Imitar sin criterio:

La proliferación de las plataformas de redes sociales ha generado una peligrosa tendencia: replicar sin comprender.

Muchas personas imitan gestos, técnicas o desafíos difíciles sin entender bien ni tener el contexto adecuado.

El bushcraft no consiste en copiar, sino en comprender y adaptar.

Cada técnica tiene una razón, cada herramienta una función.

Aprender sin criterio lleva a accidentes o frustración.

Observa, analiza y pregunta siempre el “por qué” de cada acción.

  • La diferencia entre un seguidor y un aprendiz está en la reflexión.
  • No lo imites. Integrate.
  1. No registrar ni analizar tus progresos:

La adquisición de conocimientos en la naturaleza constituye un proceso extenso.

Pero muchos no llevan registro de sus avances ni de sus errores.

Sin reflexión no hay mejora.

La elaboración de notas, la realización de fotografías, la escritura de lo que se logró y lo que no logró, contribuye a la consolidación de la experiencia.

Cada error corregido se convierte en parte de tu manual personal.

La práctica constante, unida a la autoevaluación, convierte la experiencia en sabiduría.

  1. Buscar reconocimiento:

Finalmente, el error más contemporáneo y devastador: practicar para ser observado.

El acto de divulgar, evidenciar o exhibir logros o técnicas con el objetivo de obtener validación externa constituye el camino más acelerado hacia el autoengaño.

El bushcraft no se cuantifica en seguidores o’likes’, sino en la habilidad para mantenerse vivo, en silencio, bajo la lluvia, cuando nadie te observa.

  • El verdadero aprendizaje es interno.
  • Y solo quien lo entiende alcanza la auténtica autosuficiencia.
  • La disciplina del bushcraft no se trata de una competencia de habilidades, sino de un camino de autodesarrollo.
  • Cada error, cada fracaso y cada incomodidad son lecciones directas de la naturaleza.
  • Ella no busca castigarte, solo enseñarte los límites que ignoras y las fortalezas que aún no conoces.
  • La práctica de bushcraft no implica aislarte, sino vincularte con la esencia de tu identidad cuando ya no queda nada.
  • Y en ese silencio, sin artificios, descubres lo que verdaderamente conoces… y lo que todavía necesitas aprender.
  • En última instancia, los errores no constituyen fracasos: son advertencias sabias que, si se toman en cuenta, te capacitan para afrontar cualquier eventualidad.

 

En AFSURVIVAL®, mantenemos una firme convicción en la superación constante. Me presento como Abel Fernández, guía de montaña y experto en rescate de montaña. Poseo diversas titulaciones que respaldan mis conocimientos, así como años de experiencia en formación ética y profesional. Esta es la narrativa de cómo la dedicación, la capacidad de recuperación y el liderazgo pueden transformar vidas, incluso en las circunstancias más adversas.

 

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ABEL FERNÁNDEZ

Fundador de AF Survival y experto en rescate de montaña, guía profesional y formador en supervivencia y Bushcraft

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