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“CUANDO EL COMPAÑERO SE VUELVE UNA CARGA”.

  1. Introducción:

Cuando progresa como un único organismo, tiende a ser comercializado como el elemento esencial del éxito. No es una falacia: un colectivo unificado incrementa las fuerzas, distribuye las responsabilidades y mantiene un alto nivel de moral.

No obstante, se encuentra una faceta encubierta que nadie desea mencionar debido a su incomodidad: cuando un compañero deja de ser un apoyo y se transforma en una carga.

Un individuo lesionado, un individuo agotado, una persona en estado de pánico, un miembro indisciplinado… cada uno de estos factores puede conducir al grupo completo al borde del colapso. En la montaña, en el Bushcraft o en una crisis en la ciudad, la naturaleza no espera ni perdona las dudas.

Este artículo no busca ocultar verdades: es un análisis directo y técnico sobre lo que significa lidiar con ese dilema. No obstante, también constituye un estímulo para el entrenamiento no únicamente del cuerpo y la técnica, sino también de la fortaleza mental y el liderazgo que la supervivencia requiere.

  1. ¿Qué significa que un compañero sea una carga?

No hablamos de falta de experiencia. Todos fuimos novatos alguna vez. Tampoco hablamos de cometer errores aislados. Lo que convierte a alguien en carga es:

  1. Deterioro físico grave: heridas, lesiones, agotamiento extremo.
  2. Colapso mental: crisis de pánico, bloqueo, negación de la realidad.
  3. Indisciplina: romper protocolos, no obedecer al líder, subestimar riesgos.
  4. Fatiga acumulada: ralentiza el avance, obliga a gastar recursos extras.
  5. Actitud tóxica: ego, discusiones, desmotivación contagiosa.

En situaciones normales, estas cosas pueden ser incómodas. Bajo circunstancias extremas, pueden poner en peligro vidas.

  1. El coste de la carga: más allá de lo físico:

La carga de un colega no es meramente logística. Es emotiva, psicológica y estratégica.

3.1 Consumo de recursos:

Un colega debilitado requiere una mayor cantidad de agua, una mayor ingesta de alimentos y un mayor descanso. Cuando la disponibilidad de recursos se vuelve insuficiente, cada litro y cada minuto son considerados.

3.2 Velocidad reducida:

Un grupo avanza al ritmo del más lento. Esto implica una reducción en las horas de luz, una mayor exposición al frío nocturno y un aumento en el peligro de accidentes.

3.3 Contagio psicológico:

El miedo, la desesperanza y el pánico se propagan más rápido que el frío. Un amigo mentalmente debilitado puede conducir al grupo completo al desorden.

3.4 Dilema ético:

Cuando proteger a un individuo puede sentenciar a todos, el liderazgo se transforma en un peso severo. No existe un manual que prepare dicha decisión; únicamente la disciplina y la claridad mental son suficientes.

  1. Factores que transforman al compañero en carga:

4.1 Físicos:

  • Lesiones: fracturas, esguinces, torceduras.
  • Hipotermia o hipertermia.
  • Deshidratación.
  • Desnutrición.

4.2 Psicológicos:

  • Bloqueo total.
  • Ataques de pánico.
  • Negación (“no me pasa nada”, aunque el riesgo sea evidente).
  • Desmoralización que contagia al resto.

4.3 Sociales:

  • Ego excesivo.
  • Incapacidad de trabajar en grupo.
  • Rechazo seguir las instrucciones.
  1. El dilema ético:

Esta es la cuestión más crítica: ¿Es apropiado arriesgar al grupo por un compañero o abandonarlo?

No hay una única respuesta. Depende de:

  • Estado real del herido.
  • Distancia a un rescate.
  • Recursos disponibles.
  • Riesgo colectivo.

 

  • Aquí entra en juego el liderazgo. El líder auténtico no siempre opta por el camino más popular, sino por el que incrementa las posibilidades de supervivencia comunitaria.
  1. Protocolos de acción:

6.1 STOP adaptado a la carga:

  • Stop: detenerse, evitar decisiones impulsivas.
  • Toma de decisiones: valorar opciones realistas.
  • Observe: analizar el estado del compañero y recursos.
  • Planea: La estrategia a elegir.

6.2 Estrategias posibles:

  • Redistribuir equipo y reducir la carga del debilitado.
  • Organizar turnos para asistirlo.
  • Montar refugio temporal y estabilizar.
  • Buscar rescate con parte del grupo.
  • En casos extremos: dejarlo atrás para proteger al resto.
  1. Casos reales: lecciones de la montaña

7.1 Annapurna, Himalaya:

Alpinistas exhaustos han sido abandonados por equipos enteros porque el intento de rescatarlos habría significado la muerte de todos. Duro, brutal, pero real.

7.2 Mont Blanc, Alpes:

Un grupo de novatos subió tarde. Al caer la noche, uno entró en pánico. Las discusiones internas y la indecisión costaron dos vidas por hipotermia.

7.3 Contextos urbanos:

En terremotos o desastres, muchas veces los equipos de rescate priorizan salvar a varios en lugar de uno solo atrapado. La misma lógica de supervivencia aplicada en otro escenario.

  1. El liderazgo frente a la carga:

Un buen líder en supervivencia debe:

  • Mantén la calma.
  • Decidir con datos, no emociones.
  • Dar órdenes claras y breves.
  • Asignar tareas precisas.
  • Imponer disciplina cuando es necesario.
  1. Prevención: evitar que el compañero se convierta en carga:

  • Selección previa del grupo.
  • Entrenamiento en condiciones adversas antes de las expediciones.
  • Protocolos claros de comunicación y disciplina.
  • Revisiones físicas y mentales previas.
  • Formación básica de primeros auxilios para todos. 

Manejo del compañero que se convierte en carga:

Situación crítica del compañero

Consecuencia inmediata

Riesgo para el grupo

Acción disciplinada recomendada

Fatiga extrema (agotamiento, pérdida de ritmo)

Disminución de velocidad, más exposición al clima

Medio

Redistribuir peso, marcar paradas programadas, hidratar cada 45 min

Lesión física (torcedura, fractura, herida)

Necesidad de asistencia, ralentización del avance

Alto

Primeros auxilios inmediatos, camilla improvisada, señalización de rescate

Hipotermia / hipertermia

Deterioro rápido, riesgo vital

Muy alto

Refugio inmediato, aislamiento térmico, hidratación/calor progresivo

Pánico o bloqueo mental

Parálisis, decisiones erráticas, contagio emocional

Muy alto

Liderazgo firme, técnicas de respiración, órdenes claras y breves

Indisciplina / ego

Ruptura de cohesión, discusiones internas

Crítico

Reafirmar liderazgo, imponer normas, aislar la conducta tóxica

Consumo excesivo de recursos

Escasez para el resto del grupo

Alto

Racionamiento estricto, control centralizado de agua y comida

 Aquí es donde se distingue a un superviviente de una persona común: la resiliencia colectiva.

No se trata solo de no abandonar, sino de convertir la dificultad en disciplina.

  • Ayudar al compañero sin caer en el caos.
  • Recordar que mañana puedes ser tú el que necesites apoyo.
  • No permitir que la desesperanza se contagie.

 

La montaña, la selva, el desierto o la ciudad deshabitada no aceptan concesiones. Sin embargo, el grupo tiene la capacidad de resistir adversidades si se disciplina y conserva su unidad.

En AFSURVIVAL®, mantenemos una firme convicción en la superación constante. Me presento como Abel Fernández, guía de montaña y experto en rescate de montaña. Poseo diversas titulaciones que respaldan mis conocimientos, así como años de experiencia en formación ética y profesional. Esta es la narrativa de cómo la dedicación, la capacidad de recuperación y el liderazgo pueden transformar vidas, incluso en las circunstancias más adversas.

 

 

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   Copyright ©️ Abel Fernández Plaza. Todos los derechos reservados.

 

ABEL FERNÁNDEZ

Fundador de AF Survival y experto en rescate de montaña, guía profesional y formador en supervivencia y Bushcraft

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